Carta abierta a la comunidad universitaria de la UNVM
“Desde el 10 de diciembre de 2024, el sistema universitario público y la producción científica nacional se han vuelto uno de los blancos preferidos del ajuste promovido por el actual Gobierno nacional.
Los salarios de las y los docentes han perdido más del 50% de su poder adquisitivo, se ha suspendido el pago del FONID, las becas estudiantiles han mermado en cantidad y valor, no hay presupuesto para investigación, y se han paralizado todas las obras de infraestructura. Además, hemos perdido el derecho a paritarias libres, ya que el Gobierno nacional impone mes a mes, sin acuerdo paritario alguno, aumentos muy debajo de lo necesario para cubrir una canasta básica y recomponer la situación salarial.
Como consecuencia directa de la Marcha Federal de abril, el presupuesto para gastos de funcionamiento de las universidades se amplió en un 270% aproximadamente. Pero a la fecha, este incremento anunciado no se ha enviado en la forma y plazos estipulados, y también es necesario aclarar que el mismo solo alcanzará escasamente para cubrir los gastos operativos (pago de servicios, compra de insumos y equipamientos) sin que haya un solo peso que las universidades puedan asignar a cuestiones salariales de sus trabajadores ni de las becas de las y los estudiantes. Tampoco para las obras de infraestructura que, aun teniendo porcentajes de avance muy altos, han sido discontinuadas.
De las universidades no solo depende la formación de profesionales, sino también el desarrollo productivo, energético, satelital, la salud, el cuidado de las infancias y adulteces, la prevención y cura de enfermedades, la planificación urbana, mediciones de delito y seguridad, censos, y muchos aportes más de valor inconmensurable. Es en esa comprensión de misiones encomendadas a las Universidades por el Pueblo Argentino, que puede entenderse y agradecerse el masivo y contundente respaldo a la Marcha Federal Universitaria, la manifestación más importante desde el regreso de la democracia.
Para quienes ejercemos la docencia, nada de esto puede sostenerse sin salarios dignos que nos permitan cubrir las necesidades básicas y poder abocarnos a nuestro trabajo docente, de investigación y de extensión con profesionalismo y compromiso.
Los profesores universitarios no solo dictamos clases, somos responsables de su planificación, de la toma de exámenes, de la dirección de tesis y de proyectos de investigación y extensión, también participamos en la coordinación de las carreras, somos evaluadores de artículos y de concursos docentes. Además, es requisito formarnos de manera permanente, escribir y publicar artículos en revistas y participar en congresos con el objeto de elevar nuestra calidad docente y asegurar mediante la carrera docente -en la que somos evaluados periódicamente por terceros-, la idoneidad y profesionalismo de nuestro trabajo.
Para poner en valor lo que somos y lo que hacemos, invitamos a las y los docentes, afiliados y no afiliados y a la comunidad en general a apreciar el escenario que describimos y acompañar una vez más nuestro reclamo.
Resulta necesario seguir defendiendo las Universidades Públicas y el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología, no solo en cada aula y pasillo de nuestra universidad, sino en las calles de nuestra ciudad.
Una de las primeras cosas que se aprenden en la universidad, es que nadie se salva solo.
Uniéndonos y organizándonos seremos más fuertes, y mantendremos a la Universidad en el lugar del que quieren sacarla”.