ADIUVIM adhiere al paro nacional por 36 horas: razones de una medida urgente y necesaria
La Asociación de Docentes e Investigadores de la Universidad Nacional de Villa María (ADIUVIM) se suma al Paro Nacional de 36 horas convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT), que comenzará a las 10 de la mañana del miércoles 9 de abril y se extenderá hasta el jueves 10. Lo hacemos con convicción, en unidad con otros sindicatos y en defensa de derechos fundamentales que hoy se ven amenazados.
En cada localidad, la movilización adoptará formas específicas. En Villa María, nos encontraremos a las 18 en el Rectorado y desde allí marcharemos a la Plaza Centenario junto a estudiantes, nodocentes y otras representaciones. En Córdoba, la concentración será a las 11 en la Casa Histórica de la CGT, en Vélez Sarsfield 137, para marchar luego hacia Colón y General Paz, donde tendrá lugar el acto central. En CABA, la cita es a las 15 en Solís e Irigoyen, desde donde marcharemos al Congreso.
Esta medida de fuerza no es un hecho aislado ni responde a una demanda sectorial. Se inscribe en un creciente plan de lucha nacional contra un modelo económico que castiga a las mayorías, deteriora las condiciones de vida de los trabajadores y desmantela el tejido productivo y social del país. Por eso, el miércoles por la tarde marcharemos junto a los jubilados frente al Congreso de la Nación, como lo hacen cada semana con dignidad y constancia, y el jueves nos sumaremos al paro general en todo el país. La unidad intergeneracional y multisectorial de esta protesta expresa con claridad que lo que está en juego no es solo el salario de los docentes universitarios, sino el presente y el futuro del pueblo argentino.
El gobierno de Javier Milei ha optado por una política económica regresiva, que combina ajuste fiscal extremo, liberalización de precios, paralización de la obra pública y ataques sistemáticos a los marcos regulatorios laborales. En este escenario, los salarios pierden mes a mes frente a una inflación desenfrenada y las paritarias —herramienta democrática por excelencia para recomponer el poder adquisitivo— se encuentran congeladas o sujetas a techos arbitrarios.
Los docentes universitarios y científicos, cuyo trabajo es esencial para el desarrollo soberano de la Nación, no estamos exentos de esta crisis. La precarización de nuestras condiciones laborales y el deterioro presupuestario de las universidades públicas impactan de lleno en la calidad de la educación superior y en el acceso igualitario al conocimiento. Por eso exigimos la inmediata convocatoria a paritarias libres y homologadas, con aumentos reales que reconozcan nuestra tarea como un bien estratégico del país.
Nos movilizamos también en defensa de nuestros jubilados. Quienes construyeron durante décadas el entramado social argentino no pueden ser hoy condenados a la indigencia mediante el congelamiento de haberes y la licuación sistemática de sus ingresos. Reclamamos un aumento de emergencia, la actualización del bono previsional y el tratamiento legislativo urgente de medidas que garanticen una vejez con dignidad.
Asimismo, acompañamos el reclamo por la reactivación de la obra pública. Miles de proyectos que se encontraban en etapas avanzadas han sido abruptamente paralizados, afectando empleos, el derecho a la vivienda y el desarrollo urbano y regional. En ciudades como la nuestra, donde el acceso al hábitat sigue siendo una deuda estructural, frenar estas obras no solo es irracional desde el punto de vista económico, sino cruel desde una perspectiva social.
Sabemos que este no será un camino fácil. Pero es precisamente en los momentos de mayor adversidad cuando los pueblos ponen a prueba su temple y capacidad de organización.
Desde ADIUVIM, reafirmamos nuestro compromiso con una universidad pública, gratuita, inclusiva y comprometida con su comunidad. Y con una sociedad donde el trabajo, la educación y la justicia social no sean valores en retirada, sino banderas que seguimos enarbolando.
El próximo 1° de mayo, Día Internacional de los Trabajadores, volveremos a las calles. Será una jornada de unidad y fuerza colectiva, en la que reafirmaremos que el ajuste no es el único destino posible.
Porque cuando se tocan los derechos de muchos, quedarnos inmovilizados no es una opción.
